Nació en 1939 en Promotorio, municipio de Santa María del Oro, Durango. Su vida fue todo un acto de supervivencia. Huyo de su natal Espinazo, un pueblo perdido en la sierra de Durango, para no morir ajusticiado. A los 13 años de edad conoció a Javier Núñez, y ambos más tarde se convertirían en los famosos Broncos de Reynosa. Tenía 14 años cuando compuso el primer narcocorrido de la historia. No sabía leer ni escribir. Pero poseía una memoria asombrosa y una capacidad musical fuera de lo común.
En 1955 aparece en la escena musical un dueto duranguense un tanto curioso: un pequeño acordeonista con dedos largos, moreno y flacucho, pero bravo, de no más de 16 años, y un bajista regordete y bonachón, 15 años mayor: eran Paulino y Javier.
Paulino no solo fue músico infaltable en las fiestas de mandatarios como Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. También toco para Lucio Cabañas y bautizo a los hermanos Hernández como Los Tigres del Norte, y les bendijo con un puñado de canciones que hoy se han vuelto leyenda. Paulino era un hombre de historias cercanas, de primera mano. Así pudo escribir sin que le contaran.
Así le salieron, cuando apenas aprendió a leer; “La banda del carro rojo”, “El corrido de Lamberto Quintero”, “La fuga del rojo”, “Carga ladeada”, “El corrido de Chico Fuentes”, “El hijo se su”, “El sube y baja”, “Cielo azul, cielo nublado”, “Ausencia Eterna”, etc.
Antes de Paulino Vargas nadie se atrevió a cantar historias de narcotráfico y contrabando, de hombres que morían al enfrentarse a tiros con la policía y de los que solo las cruces quedaron. Paulino se convirtió en poeta rural.
Se cuenta que Paulino Vargas amenizo la reunión en la que Caro Quintero y Félix Gallardo hicieron tratos con el agente de la DEA, Enrique Camarena, cuya celada le costó la vida. Aquí surge “El corrido del R-Uno”, incluido en el Disco; “Corridos prohibidos” de los Tigres del Norte, el cual fue producido por el mismo Paulino.
También se cuenta que Amado Carrillo Fuentes “El señor de los cielos”, uno de los narcotraficantes más buscados de la década de 1990, se le acercó para pedirle un corrido. Paulino le dijo, pídame lo que sea, pero si le hago un corrido lo voy a perjudicar porque yo no compongo corridos a gente viva. Cuando el capo desapareció, en 1997, Paulino finalmente le cumplió su deseo y escribió “El Águila Real”.
Su esposa fue María de los Ángeles Valdez, originaria de Saltillo Coahuila, fue ella quien le enseño a leer y escribir. Duraron 38 años casados y tuvieron 4 hijos. Cuando ella fallece Paulino entristece y compone la canción;
“Golondrina coqueta”.
“Mi viajera bonita
Es preciso que vuelvas
Porque sin tu cariño
Esta vida es incierta.
Cuanto extraño tu risa
Cuanto extraño tus besos
Y tus tibias caricias…”
Paulino fallece el 17 de Enero del año 2010 en el Hospital de Saltillo Coahuila. El saldo que dejaron sus más de 50 años de carrera; 30 películas, un gran número de discos, más de 300 canciones, las cuales viven hasta nuestros días.