Con sus orígenes en 1990, la CIE es uno de los participantes más destacados en el ámbito latinoamericano y mundial en la industria del espectáculo fuera de casa.
Hoy CIE una de las grandes empresas del entretenimiento en vivo bajo el mando de Alejandro Soberón, sufre una de las crisis más fuertes, pues hace un par de días trascendió, que despidió a 200 de sus empleados, dato histórico por parte de la empresa.
La recesión de plazas abarca todas las áreas y todas las marcas del gigante del entretenimiento, desde Ocesa, encargada de los conciertos en vivo, entre ellos el Vive Latino; la empresa de boletaje Ticketmaster; Ocesa Teatro, productora de los grandes musicales en las últimas dos décadas; El Plaza, dedicado a conciertos no tan masivos; además de personal administrativos, técnicos, producción, talento y prensa, etcétera.
La declive para CIE, en especial para OCESA, la mayor empresa de conciertos en vivo en América Latina, empezó en mayo pasado, cuando la empresa estadounidense, Live Nation, desistió de su propuesta de compra.
El acuerdo original incluía la adquisición del 51% de las acciones de OCESA por Live Nation, y se esperaba cerra el trato a finales de junio, lo cual no sucedió, debido, entre otras cosas, a la crisis global desatada por la pandemia de Covid-19.
La cancelación del negocio “mexicano” era una de las cinco nuevas estrategias que Live Nation expuso ante la pérdida del 20% de sus ingresos sólo en 2020, en voz de su CEO Michael Rapino, entre ellas, reducir costos y apostar por conciertos reducidos, por el momento.
Desde entonces y frente a un panorama global que nadie supo pronosticar, CIE y OCESA ha cancelado de más de 80 fechas de conciertos y recitales, y ha reducido drásticamente sus costos y personal.
Por: Lucy Zúñiga
Twitter: @lucyzuniga_